La Historia y poderes de Gandalf, el Mago Errante
Gandalf
Gandalf fue uno de los cinco Istari enviados a la Tierra Media por los Valar en la Tercera Edad. En Valinor era conocido como Olórin. Gandalf contribuyó decisivamente a la caída de Sauron, sobre todo ayudando y guiando a los demás y transmitiendo su sabiduría en momentos cruciales. Originalmente vestía de gris y era el segundo mago más importante tras Saruman en la Orden de los Magos. Tras su caída en Moria, Gandalf regresó a la Tierra Media como jefe de la Orden, convertido en Gandalf el Blanco.
El Origen y naturaleza de Gandalf el Gris
Gandalf, el más sabio de los Maiar, fue creado por Ilúvatar antes de la Música de los Ainur. Al principio de los Tiempos, se encontraba entre los Ainur que entraron en Eä. En su “juventud” era conocido como Olórin. Sin embargo, sus caminos le llevaban a menudo a Nienna, de quien aprendió la piedad y la paciencia. Se convirtió en uno de los Maiar que servían a Manwë, Varda, Irmo y Nienna. Estaba asociado con la luz y el fuego, al igual que Varda.
La llegada de Gandalf a la Tierra Media
Después de que los Valar descubrieran a los Elfos primigenios en Cuiviénen, Olórin fue enviado allí como uno de los Cinco Guardianes para proteger a los Elfos de las fuerzas de Melkor. No está claro cuánto tiempo permaneció allí ni si acompañó a los Eldar en el Gran Viaje. Pero se dice que amaba a los Elfos, y que a lo largo de su temprana vida, caminó sin ser visto entre ellos, o llevaba una Fana que parecía un Elfo, y les enviaba visiones hermosas a sus corazones que les hacían más sabios. A lo largo de su existencia, siguió el ejemplo de Nienna, apiadándose de las penas de los Hijos de Ilúvatar y sacando de la desesperación a quienes le escuchaban.
Durante la Tercera Edad, los Valar eligieron a los Istari para ayudar a los pueblos de la Tierra Media. Olórin, conocido posteriormente como Gandalf, fue seleccionado para esta misión y partió hacia la Tierra Media.
A su llegada en Mithlond, recibió el Anillo de Poder Narya de Círdan, quien reconoció la fortaleza en su alma y le prometió apoyo en su lucha contra el mal.
Gandalf viajó por la Tierra Media como un vagabundo y consejero, sin establecer una residencia permanente. Limitó sus actividades a las Tierras Occidentales, donde se encontraban los Dúnedain y los Elfos que se oponían a Sauron. Allí fue conocido por varios nombres, como Mithrandir y Gandalf.
Se dice que Gandalf recibió la Piedra Élfica de Eärendil de Yavanna, para llevarla a los pueblos de la Tierra Media como un símbolo de que los Valar no los habían abandonado. Entregó la piedra a Galadriel, profetizando que ella a su vez la entregaría a alguien llamado Elessar.
Gandalf y el Nigromante de Dol Guldur
En torno al año 1100 de la tercera edad, se estableció una entidad maligna en Dol Guldur, en el Bosque Negro. Cuando fue descubierto este Nigromante, Gandalf temió que fuera Sauron, y durante los siguientes doscientos años, el mal creció en la región. Gandalf visitó Dol Guldur en 2063 pero no pudo identificar ni atrapar al “Nigromante”.
Después de la incursión de Gandalf, hubo un período de paz llamado la Paz Vigilante que duró casi cuatrocientos años. Sin embargo, los Nazgûl aprovecharon esta calma para preparar el regreso de Sauron, que ocurrió en 2460.
En ese momento se formó el Concilio Blanco. Galadriel deseaba que Gandalf fuera su líder, pero él rechazó el cargo. Durante sus viajes por Eriador, Gandalf conoció a los Hobbits y presenció su piedad y valor durante el Largo Invierno de 2758.
Gandalf buscó al rey enano Thráin II y en su búsqueda visitó Khazad-dûm sin éxito. En 2850, regresó en secreto a Dol Guldur y descubrió que el “Nigromante” era Sauron y que había arrebatado el último de los Siete Anillos al rey enano. Gandalf escapó y regresó al Concilio Blanco para instar a un ataque contra Sauron, pero Saruman prefirió esperar. Gandalf no sabía que Saruman ahora buscaba el Anillo para sí mismo.
Gandalf en El Hobbit
Gandalf el Gris, como mago errante, visitaba la Comarca y asombraba a los hobbits con sus fuegos artificiales y sus historias de dragones y duendes. Sin embargo, también tenía preocupaciones más serias. Temía que Sauron aprovechara la desolación dejada por el dragón Smaug para recuperar el control del Norte de la Tierra Media.
En su viaje, Gandalf se encontró con Thorin Escudo de Roble y juntos urdieron un plan para destruir a Smaug y ayudar a Thorin a reclamar el reino de Erebor de nuevo. Convencido de que un hobbit sería el ladrón perfecto para la Piedra del Arca, Gandalf reclutó a Bilbo Bolsón para esta aventura.
Acompañando a Thorin y su compañía, Gandalf demostró su valía en varias situaciones trascendentes, desde enfrentamientos con trolls y goblins hasta la liberación de la Compañía de las garras del Gran Goblin.
Pero sobretrodo desempeñó un papel clave en el Concilio Blanco y lideró el asalto a Dol Guldur para expulsar al Nigromante, Sauron, que allí habitaba.
El camino incansable de Galdanf tras Sauron
Después del ataque al Bosque Negro, el Consejo descubrió que Sauron no se debilitó y que había regresado a Mordor. Saruman afirmó que el Anillo Único se había perdido en el mar, silenciando a los demás miembros.
Gandalf se enteró de que Gollum estaba buscando a Bilbo Bolsón, pero lo ignoró debido a sus otras preocupaciones y su confianza en Saruman. Sauron comenzó a reunir fuerzas para su ataque final, mientras que Gandalf en esa época conoció y se hizo amigo de Aragorn y recorrieron grandes aventuras juntos.
Tras la fuesta de aniversario de Bilbo en su 111 cumpleaños y su posterior partida hacia Rivendell, Gandalf se quedó extremadamente preocupado por el anillo de Bilbo y el poder que este ejercía sobre él.
Gandalf abandonó la Comarca para buscar a Gollum y descubrir más sobre el anillo. Reanudó la caza de Gollum junto a Aragorn durante ocho años. En 3017, encontró el Pergamino de Isildur y reconstruyó la historia del Anillo Único. Después de enterarse de que Gollum había estado en Barad-dûr y que Sauron conocía la Comarca y los Bolsón, Gandalf regresó rápidamente a la Comarca con un gran temor.
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El papel de Gandalf en la Guerra del Anillo
Durante la Guerra del Anillo, Gandalf desempeñó un papel vital en la lucha contra las fuerzas de Sauron y en la búsqueda y protección del Anillo Único. Como miembro del Concilio de Elrond, fue uno de los líderes que decidieron formar la Comunidad del Anillo con el objetivo de destruir el Anillo y evitar a toda costa que Sauron lo recuperara.
Gandalf se convirtió en el guía y mentor de la Comunidad del Anillo, utilizando su sabiduría y poderes para guiarlos a través de numerosos peligros. Fue fundamental en la defensa de la compañía contra los ataques de los Nazgûl y en el puente de Khazad-dûm, donde se enfrentó al temible Balrog en un duelo épico que culminó con su caída en el abismo y la muerte de ambos tras una larga lucha.
Sin embargo, Gandalf regresó como Gandalf el Blanco, más poderoso que nunca. Reunió a las fuerzas de los Pueblos Libres y lideró la defensa de Gondor en la Batalla de Minas Tirith. Su estrategia y valentía fueron fundamentales para repeler los ataques de los ejércitos de Sauron y para permitir la llegada de Frodo y Sam al Monte del Destino.
Además, Gandalf se enfrentó directamente a Sauron en una confrontación de voluntades en la Puerta Negra de Mordor, desviando temporalmente la atención del Ojo de Sauron y permitiendo que el Anillo fuera destruido. Su sacrificio y liderazgo fueron esenciales en la victoria final sobre las fuerzas del mal y en la salvación de la Tierra Media.
La marcha de Gandalf de la Tierra Media
En Minas Tirith, Gandalf y los miembros restantes de la Comunidad se reunieron. En la coronación del Rey Elessar. Gandalf, a petición de Aragorn, colocó la corona sobre la cabeza del Rey, y declaró “¡Ahora llegan los días del Rey, y que sean bendecidos mientras perduren los tronos de los Valar!”. Así Gandalf inauguró la nueva era de los hombres.
Tras la coronación y boda de Aragorn con Arwen, Gandalf partió con el resto de la Comunidad de regreso a casa. Para Gandalf, fue su último largo viaje por la Tierra Media. Su misión en Arda se había cumplido y por fin Sauron había sido derrotado de una vez por todas.
Se despidió de sus amigos uno a uno hasta que por fin sólo quedaron a su lado los cuatro hobbits. En las fronteras de la Comarca, él también se alejó. Dejó que los hobbits arreglaran por sí mismos los asuntos de la Comarca, pues los pedazos de mal que aún quedaban en el mundo ya no eran de su incumbencia.
El 29 de septiembre de 3021 se reunió con Frodo en los Puertos Grises, listo para viajar en una Nave Blanca por el mar hasta Aman. Se llevó al Anillo Narya con él, pues su misión había terminado, y su regreso a casa después de más de dos mil años estaba cerca.
Se despidió de Samsagaz, Merry y Pippin (a los dos últimos les había advertido de la travesía) y luego subió al barco junto a Frodo, Bilbo, Elrond y Galadriel. El barco pasó al oeste sobre el mar, y luego tomó el recto camino oculto hacia Valinor.
Allí Gandalf volvió a ser Olórin, el más sabio de los Maiar y la única Estrella que permaneció fiel a su misión, había logrado encender los corazones de los pueblos libres de la Tierra Media para vencer el gran mal de su tiempo.
Los poderes del mago Gandalf
Gandalf demostró un amplio conocimiento de la tierra y una gran variedad de habilidades mágicas, desde triviales hasta esenciales. Por ejemplo, utilizaba sus poderes para entretenerse, soplando anillos de humo incandescente que se movían por una habitación bajo su dirección, y Bilbo Bolsón lo recordaba por sus fantásticos espectáculos pirotécnicos.
Creaba destellos cegadores y otras pirotecnias para distraer a sus enemigos, convertía las piñas en proyectiles llameantes que lanzaban chispas calientes y provocaban incendios que no se apagaban fácilmente.
También era capaz de encender fuegos en condiciones de ventisca, crear luz de intensidad variable para el viaje a través de Moria, asegurar puertas mágicamente y romper el Puente de Khazad-dûm. Cuando se enfurecía o se despertaba para la batalla, parecía crecer en altura y asumir un aspecto imponente derrotando incluso al Balrog de Moria, aunque él mismo no sobreviviera a la batalla.
Enviado de vuelta a la Tierra Media como Gandalf el Blanco, poseía mayor carisma y un grado limitado de clarividencia, aunque era incapaz de asomarse a la tierra de Mordor para ver los progresos de Frodo y Sam. Su poder y autoridad habían aumentado hasta el punto de poder romper el bastón de Saruman con una orden hablada, demostrando su autoridad para expulsar de la Orden al mago traidor.
Gandalf era portador de Narya, el Anillo de Fuego, que le otorgaba influencia sobre los demás, animando sus espíritus en batalla y en tiempos difíciles. Se describía a sí mismo como “servidor del Fuego Secreto” y “portador de la llama de Anor” y muchas de las demostraciones de poder de Gandalf estaban relacionadas con el fuego de algún modo. No se sabe, sin embargo, si su posesión de Narya afectó a sus habilidades, ni en qué medida.